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Entrevistas

El Squash, una tradición familiar

- Entrevista con Mario Iván Sánchez (2ª parte)
Redacción

“A mí me toca la época de oro del squash, en  los 80 no solo me toca la evolución de las raquetas sino la evolución de la cancha. Me toca jugar en las canchas portátiles del Centro de Convenciones, teatros en Nueva York, Word Trade Center de Londres, en el WTC de Nueva York, y las canchas portátiles de cuatro paredes de vidrio”, comentó el campeón mexicano Mario Iván Sánchez al recordar sus mejores años como jugador.

La historia del Squash en México se sigue escribiendo, muchos de sus pioneros ahora son entrenadores, dueños de clubes o empresarios principalmente. Escuchar sus experiencias en la evolución del juego de raqueta es invaluable, ya que de viva voz relatan cómo ha sido la transición de las canchas americanas a las inglesas y por lo tanto de una bola dura a la actual. 

“En los años 70 se inaugura el Club Squash Palace, que es la primera escuela de squash en México de donde salen los más conocidos jugadores nacionales. En esta época teníamos en el área metropolitana más canchas de squash que todo el mundo junto, a pesar de que nos llega mucho después”. En 1969 se manda a la primera escuadra mexicana a competir por equipos en Rochester, Nueva York, entre los que estaban Raúl Sánchez y Juan de Villagrana.

Mario Iván se establece junto con su familia en Lomas de Vista Hermosa, ubicado por la salida a Toluca, en donde su papá, Carlos Sánchez, construye una casa con cancha de squash incluida.  Entre los recuerdos está que tenían como vecino al hijo de Cantinflas,  y por cuestiones de salud recomienda a su papá tomar clases de squash: “La anécdota es muy chistosa porque él era torero y por cuestiones del corazón le habían diagnosticado que hiciera ejercicio, y escogió el squash. Con su formación de torero fue muy simpático verlo actuar como torero de forma natural, aunque estuviera jugando squash”, compartió Sánchez Oviedo.

La evolución del squash

El squash llega a México en 1965, año en que se construyen las dos primeras canchas, la de Raúl de Villafranca y la de Jorge Murrieta. A nuestro país llegan primero las canchas americanas. “A mediados de los 70 todavía se utilizó una pelota que era más dura que la Seventy Plus, que era intermedia entre la bola blanda y la bola dura. Pero a esta bola dura requería de una raqueta más pesada (entre 250 y 300 gramos) para golpear la bola”, recuerda el siete veces campeón mundial se squash.

La evolución de canchas americanas a inglesas implica una apertura a nivel mundial, en el que la competencia era mayor. 
En esta época, recuerda Mario Iván que: “El presidente de la Federación no se pagaba y era un puesto altruista. Lo único que habíamos puesto en los estatutos para llegar a ser presidente de la federación de Squash es que fuera una persona económicamente solvente, entonces propusimos a Raúl de Villafranca”. En 1968 hay un parte aguas para diferentes deportes que integraron sus federaciones, uno de los requisitos es que se integraran por lo menos cinco estados. Fue hasta el año siguiente que se conforma una asociación y en 1972 se logra conformar una federación con 28 estados de la República.

La importancia de una preparación integral

“Existen 5 personas elementales para el jugador: el fisiatra, el sicólogo, el entrenador, el nutriólogo y el médico deportivo. Lo que logran es que durante la competencia estés hasta arriba físicamente, y el sicólogo que estés hasta arriba mentalmente. Unir estos dos elementos te dan el bio-ritmo, que tiene que estar equilibrado para la competencia” destacó Sánchez. 
Tomar en cuenta estos factores favoreció a la preparación del squashista mexicano, quien se concentraba en las competencias para destacar en sus resultados. Con más de 40 torneos al año, Mario Iván se preparaba física y mentalmente para mantenerse en óptimas condiciones durante los torneos. Su participación en torneos internacionales lo obligaba a tener un nivel profesional. 

“Existen tres tipos de profesionales: ser profesionales de acompañante, es decir yo no sé enseñarte, pero te voy a pelotear; el teaching-pro que es el que ya enseña y tiene mayor valor agregado si has jugado en competencias, se dedica a dar clases; y finalmente el touring-pro que es el que puede enseñar eventualmente, pero no se va a dedicar a eso, se va a dedicar a entrenar y estar en óptimas condiciones para mantener su bio-ritmo, y eso es a lo que la mayoría de los mexicanos no se atreven”, resaltó el squashista mexicano. 

Reponerse de lesiones, dedicar tiempo completo, tener una metodología en su carrera deportiva, le retribuyeron en sus títulos ganados. Mario Iván reconoció que: “Tienes que aprender a jugar con dolor para ganar”. 

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