Este es el juego del calentamiento
¿Quién no se acuerda de la canción que los profesores de deportes nos hacían
repetir de niños para comenzar con los ejercicios?: “Este es el juego del
calentamiento, hay que seguir la orden del sargento, ¡Jinetes, a la carga…!”
seguramente muchos de ustedes sí. ¿Y a qué viene el comentario? pues sencillo,
el calentamiento es justamente la antesala necesaria para rendir efectivamente
en cualquier actividad física o en un deporte tan exigente como es el squash.
Se sabe que si se practica squash se obtienen grandes beneficios como la
reducción de peso, quema más de 600 calorías, mejora los reflejos y la
coordinación de movimientos, ejercita el corazón, combate el estrés, etc.; pero
como pasa con cualquier deporte, si no se ejercita adecuadamente y no hay un
calentamiento previo se pueden pagar las consecuencias de lastimarse, sufrir
contusiones, calambres, torceduras en articulaciones, dolores de espalda, etc.
Por eso y para evitar dichas afectaciones es fundamental contemplar
dentro del entrenamiento, un período de calentamiento que permita al squashista
alistarse en cuerpo y mente. El calentamiento son ejercicios que movilizan los
músculos y las articulaciones de forma progresiva y se realizan antes de una
actividad física que requiere de mayor intensidad con el fin de preparar el
organismo y mente del deportista.
Un proceso de calentamiento incluye
activación de articulaciones, tonificación muscular, calentamiento específico
(de los grupos musculares a usar) y ejercicios de elasticidad. Asimismo, de
acuerdo con los expertos, para que un calentamiento sea adecuado debe ser
progresivo (ir de menor a mayor intensidad y dificultad), contener estiramientos
y evitar repeticiones excesivas que repercutan en una fatiga de músculos.
El tiempo que requiere este procedimiento previo a un partido de squash
o de cualquier deporte en general, va en función de la misma condición física
del jugador, es decir, si es un profesional amerita más calentamiento que uno
que tiene un nivel no profesional. La edad también es un factor que influye en
la duración, ya que un niño necesita menos tiempo que un adulto. Y claro como
todos los cuerpos y metabolismos son distintos, la recomendación es que el
calentamiento sea supervisado por un experto o un entrenador.
Así, la
"canción del calentamiento" que tanto fue enseñada a muy corta edad, toma un
sentido más trascendente para quienes practican squash u otro deporte, ya que el
calentar mejora la velocidad de contracción y relajación de los músculos, reduce
la rigidez y el riesgo de padecer alguna lesión, facilita la oxigenación y ayuda
a la concentración y preparación psicológica para competir en un torneo. Por
eso, a seguir la orden del sargento, ¡Jinetes, a la carga!