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“A mí me gustaría que hubiera unificación de entrenamientos, de programas y organización que es lo que le falta al país porque con organización todo se puede, la verdad es que México lo tiene todo, desde cómo está ubicado geográficamente hasta diferentes climas para poder entrenar y prepararse y sacar campeones”.

Cuauhtémoc Gómez, nos recibe en el club que lleva su nombre, mismo en el que comenzó a jugar a los 6 años, entonces sólo una cancha que su padre había construido; en ese momento no imaginaba todas las satisfacciones que éste deporte le traería. Dedicado por completo al coaching, salió de México para aprender en el lugar donde están los mejores del mundo: Inglaterra.

Las conferencias o el entrenamiento en cancha lo han llevado a la India, Egipto y El Salvador. Ha tenido como compañeros de entrenamiento a jugadores que actualmente están rankeados entre los 20 mejores del mundo, como Laurens Jan Anjema (Holanda), Azlan Iskandar (Malasia), Alison Waters, Lauren Brigss (Inglaterra), Nicolette Fernandes (Guyana),  Peter Nicol, Tim Garner (Inglaterra, ya retirados), por mencionar algunos.

Aunque Gómez aprendió desde pequeño el deporte de los reflejos, antes de dedicarse formalmente a él, jugó profesionalmente en las reservas del Cruz Azul. Pese a que nunca debutó salió varias veces a la banca con Luis Fernando Tena y formó parte de un equipo de tercera división. Una lesión de rodillas lo obligó a dejar el futbol a los 19 años y en 1989 comenzó la práctica del squash de manera formal cuando decidió entrar a un torneo de Villacoapa en cuarta fuerza, lo ganó, todavía era bola dura, gráfica de 64.

Al darse cuenta de su capacidad, Temo platicó con sus papás sobre la profesionalización y comenzó ese mismo año a conectarse con torneos chiquitos en cuarta fuerza, fue subiendo poco a poco de categoría hasta que llegó a primera en 1992, luego decidió  jugar algunos torneos con poco éxito porque al mismo tiempo estudiaba la Universidad.

A partir de ahí decide aprender bien la bola blanda y se interesa por el coaching, en ese momento (1999), él ya tenía 28 años, una edad poco favorable para iniciar como profesional en la PSA.

Temo Gómez y Neil Harvey se hicieron grandes amigos y lo invitó a ser su asistente durante dos años.

 

Gómez volvió a Inglaterra para graduarse como entrenador por England Squash & Racketbal avalada por la Federación Inglesa, una especie de carrera a la que al principio no podía acceder por ser extranjero pero con el tiempo que tenía y la gran ayuda de Peter Nicol y Neil Harvey logró cursar de febrero a julio del 2010.

Tengo entendido que sí, aunque a mí me gustaría que más pudieran tomar estos cursos, hay que dedicarse a esto, dispuesto a sacrificar cosas, pero esto es de lo más gratificante que me ha sucedido en la vida, llegar a las grandes ligas me da muchísimo gusto y demuestra la pasión que tengo por este deporte.